Los insumos hospitalarios son la materia prima para la posible realización de procedimientos de atención y control a los pacientes; son los encargados de la asepsia y seguridad de las intervenciones junto con la prevención de contagio o propagación de enfermedades.
Los dispositivos médicos se consideran un componente fundamental de los sistemas de salud; los beneficios que pueden proporcionar continúan aumentando ya que son esenciales para prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar enfermedades de una manera segura y efectiva. Los pasos que implican la fabricación, regulación, planificación, evaluación, adquisición y administración de dispositivos médicos son complejos pero esenciales para garantizar su calidad, seguridad y compatibilidad con los entornos en los que se utilizan..
En este sentido, una buena gestión de suministros de insumos hospitalarios garantiza mayor eficiencia, reducción de desperdicios y proporciona información más exacta respecto a las nuevas adquisiciones para el almacén. En el caso de hospitales, específicamente, esa gestión todavía es la responsable de garantizar la seguridad y la integridad de la salud de los pacientes.